sábado, 20 de agosto de 2016
ECM.
ECM de Alejandro M
834. Alejandro M's ECM. 5/10/06 From Mexico.
DESCRIPCIÓN DE LA EXPERIENCIA:
A los ochos años que contaba en aquel entonces, mis padres decidieron realizar unos análisis clínicos para saber si estaba enfermo. Fuimos a una clínica cercana a nuestro domicilio y después de haberme sacado sangre, me desmayé, dicen los doctores que me atendieron que me bajó la presión. Durante un lapso de tiempo perdí el conocimiento, pero lo magnífico fue que durante el desmayo entré en un arco de luz, era como viajar a través de miles de arcos luminosos, bellísimos, parecían resplandecer más en el momento en el que los atravesaba. El paisaje era un verdadero espejismo, una verdadera delicia ver aquel mundo. Todos, eran jóvenes. Habían de todas las razas, inclusive algunos que tenían la piel anaranjada o color bronce. Pero al ver a aquellas personas no fue lo más sorprendente, eran sus cuerpos los que parecían hechos de porcelana y no por el color pues parecían tener la piel muy suave, lo recuerdo porque mi abuelita tenía unos pequeñas estatuillas hechas de este material y era semejante, más aún ellos tenían un sutil brillo de luz que los rodeaba, una personas que parecía una mujer de estatura media me preguntó que hacía allí, lo que contesté fue que no sabía, que de repente había aparecido de entre unos arbustos inmensos y que al abrirme paso para alcanzar las voces había llegado hasta allí. De pronto con mucha delicadeza y ternura me dijo: "Tu no perteneces a este mundo, en el momento que hayas elegido vendrás aquí como todos los demás, arreglaremos este asunto con los señores que ves ahí parados, e indicándome con su dedo hacia unos señores pude ver sus rostros, eran tres y los tres tenían una M grabada en sus cintos y en el traje colo marfil que llevaban puesto habían unos signos que no pude comprender, De entre ellos surgió una mujer de una belleza impresionante, brillaba con un resplandor particular, era distinto al de los demás. Parecía comprender con la mirada lo que había sucedido y lo que estaba pasando allí. Fue indescriptible, verdaderamente indescriptible, inclusive hoy y hasta la fecha puedo recordar la cantidad de luces que despedía su ropaje. Recordándolo bien, a diferencia de las ropas de los demás, que lo por lo regular eran trajes muy ligeros y con colores pastel a ella parecía salirle chispitas, era como si se prendieran en el aire, luces de miles de colores la rodeaban. Poco a poco fue acercándose hacía nosotros, estaba como a unos 7 metros de donde me hallaba parado junto con la otra persona. Llevaba puesto un vestido de color negro azabache que contrastaba con el traje de todos los demás, era un vestido largo, como el que usaban la realeza del siglo XIV o XV. Cuando se acercó más, pude ver que su traje brillaba con una luz especial, era como una luz negra. Su traje, viéndolo más de cerca no era de tela, parecía estar hecho con energía, algo muy especial. Ya casi justo cuando la teníamos a nuestra altura pude ver que su traje o vestido estaba hecho de miles de pequeños universos o galaxias, que se perdían en una oscuridad del espacio negros de su vestido, creo que esto va sonar muy loco pero, así estaba hecho, eran como miles de universos o galaxias que giraban y giraban sobre sí. Estos daban vueltas sobre sí mismo y a su vez sobre una luz muy brillante que llegaba que se encontraba en el pecho de esta persona. Sus cabellos eran de color plateado, de ojos extremadamente grandes y de color gris azul y un rostro extremadamente tierno, no daba la menor señal de estar enojada. Se movía como si flotara y al llegar hasta donde nos encontrábamos alzó su mano en señal de saludo. No habló, parecía expresarse mentalmente, todo llegaba claramente hasta mi mente y solo recuerdo que dijo: "Pequeño mortal, qué haces en este lugar, aún te restan compromisos por cumplir en los mundos del tiempo y del espacio". Yo no supe que contestar, era extremadamente bella, parecía saberlo todo o eso infundía en mí. Todos la conocían y parecían adorarle o más bien amarle. Yo estaba paralizado, totalmente paralizado, no sabía qué decir, me vio con mucha ternura y sacando uno de sus brazos de entre los pliegues de sus ropas que eran más bien como holanes de energía, tocó mi hombro y me dijo. Ven, es voluntad del altísimo que hayas venido temporalmente a este lugar, por alguna razón debe ser, vayamos a averiguar.
Yo le pregunte ¿Quien era? y que me pasaría, a lo cuál contestó, "no temas hijo mío algún día regresarás a este lugar y tú, como millones de criaturas de este y otros dominios iniciarán un viaje para conocer a la persona que les ha dado el don de tener una personalidad propia", ¿quién es?, le pregunté, ella respondió no lo comprenderías aún pero te puedo adelantar que es aquel que nos sostiene con un pensamiento, aquél que da luz a los soles para que estos sostengan todo lo creado por él mismo y en él mismo.
Yo por mi parte no contesté nada, es ahora de adulto que creo comprender un poco más aquella situación.
No noté que el tiempo transcurriera, estábamos en lo que parecía ser una enorme pradera con inmensos campos verdes, y sobre todo los colores, estos parecían fundirse con luz, lo que les daba una tonalidad aún más fuerte. No había sol, lo busqué por todos lados pero la luz parecía emanar de algún lado o más bien de todos lados. De la mano de este ser llegamos hasta un especie de estructura de cristal, estaba construido totalmente de cristal, al verlo creí que al tocarlo se rompería, pues era un cristal muy poco grueso. Cuando entramos, pude ver cuartos que no tenían paredes de ladrillo, perecían estar construidas de energía o una especie de gelatina que brillaba era translúcida pues e podía ver a través de las paredes. Dentro de estos cuartos habían otras personas, todas parecían adolescentes parecía estar reunidos en una mesa redonda y había este tipo de personas con la letra M que les enseñaban algo. Todos aquellos con los que nos topábamos en el pasillo o corredores eran jóvenes muy jóvenes. Ellos parecían conocer a la persona que me llevaba de la mano, todos le saludaban y recuerdo que le decían "Gloria al altísimo que dio y da a sus estresllas matutinas", ella respondía con una reverencia. Casi al llegar a la altura de una enorme puerta, nos detuvimos y dijo la palabra "Por voluntad del señor deseamos conocer" y automáticamente las puertas se abrieron. Estas puertas también eran como de energía, una energía que asemejaba la gelatina, pero brillaba, era de color azul cielo, alcancé a rozar mi mano a una de las puertas y un leve cosquilleo atravesó mi cuerpo. En el momento de ver mi mano no me había percatado que podía ver a través de ella, recuerdo que esto me sorprendió tanto que solté la mano de la persona que me llevaba. Inmediatamente ella toco mi cabeza como acariciándome y pude sentir una paz enorme y reconfortante, sentí un calor suave y paz, muchísima paz. Atravesamos la puerta y ante nosotros apareció un espejo enorme, muy grande. Al momento de pasar por la entrada puede ver miles de luceros, millones de estrellas, era como estar suspendidos en el espacio. Cuando la puerta se cerró detrás de nosotros, el recinto quedó sellado y los luceros empezaron a brillar más, todo parecía moverse, pude observar que la persona que me llevaba de la mano empezó a brillar con una intensidad enorme, esa luz negra que describí en ella al principio fue transformándose en una luz blanca, una enorme luz blanca que partía de su pecho y que parecía comunicarse con todas las demás luces. Solo pude escuchar murmullos hasta que una voz fuerte y clara reclamó en una voz grave "el pequeño mortal pertenece a una mezcla entre la raza azul y la de bronce perteneciente al universo de cosas creadas por Micael de Salgton" debe regresar. Al momento de esto la persona que me llevaba de la mano me dijo: "En algún momento de tu estadía futura aquí nos veremos de nuevo, no hay nada revelado para tu estancia extraña en este lugar, esperaremos con ansias el momento en el que seas abrazado con amor por tu luz interior. Ve de regreso a tu mundo natal”
En el momento en el que se pronunciaron estas palabras fui absorbido por una de las luces y sentí que caía en una especie de vacio, todas las luces brillaron con tal intensidad que todo fue blanco, brillosamente blanco, hasta llegar al lugar en donde desperté. En el momento en el que desperté, vi a mi mamá a un lado. No supe qué había pasado, solo sentía seca la boca y tenía mucha sed. Cuando me recuperé, en cosa de 30 minutos, salimos del hospital y no se lo conté a nadie por temor a que creyeran que estaba loco o que me hicieran algún estudio que me fuera a doler. Ahora con los años y la reflexión, puedo saber que aquello fue cierto y espero con ansiedad el día en que la luz interior haya de abrasarme para llevarme de nuevo, esta vez, creo, a un viaje sin retorno.
Parecía como si en aquel lugar todas la sensaciones de bienestar se activaran, fue tan agradable que esta realidad parecía ser la "falsa".
Los colores desprendían de todas las cosas y personas desprendían luz, parecía que la luz que emanaban las flores las plantas y sobre todo una planta de color violeta emanaban un indescritible tono, como si los colores estuvieran vivos y las plantas pudieran hablar. Fue verdaderamente indescriptible.
Sensación de bienestar como de saciedad, como si no me hicera falta nada y realmente no me hacía falta nada en ese lugar, todos eran tremendamente amables, cuando alguien me veía sus risas emanaban sencilles y certeza de que la gente sentía amor por los otros, parecía que cuando alguien amaba a otra persona se formaba una cadena o vínculo que multiplicaba esta sensación, todos parecían vibrar, todo era armonia, como si nada estuviese fuera de su contexto.
Las tres personas y la joven que me vieron. La joven que preguntó por mi tenía un pantalón o eso parecía de color azul plateado, era un pantalón muy holgado, no podía verse su silueta. Llevaba un cinturón anaranjado, y una especie de playera sin cuello. Los otros tres seres tenían barba de color plataeda, eran de una tez muy bronceada, sus caras brillaban mucho y no se sabía si eran hombres o mujeres, pues el rostro era muy fino. Recuerdo que eran muy altos como de 2.5 metros, eran verdaderamente unos titanes. Llevaban en la hebilla de su cinturón la letra M, totalmente estilizada, la letra brillaba y cambiaba de colores en cada instante. A un costado de sus cinturones llevaban lo que parecía ser una especie de arpa muy pequeña, parece que lo utilizaban para algun tipo de comunicación, pues en ocasiones las personas que se acercaban a hablar con ellos necesitaban de este aparato para poder entenderlos. Había luces por doquier de todos los tamaños y colores brillantes con todos los tonos del arcoiris, parecían aparecer y desaparecer a voluntad. Se acercaban a estos seres y al instante desaperecían.
Cuando desperté de ese "otro lado", las flores eran inmensamente grandes y brillaban, los olores no se percibían, parecía que se podian sentir con los poros de la piel. No había sol pero la luz caía como en forma de oleadas. Habían animales extraños, muy dóciles y cariñosos, no tenían aspecto de ser agresivos, solo me topé con algunos, aunque muchos de ellos eran pequeños, recuerdo una especie de pelusa o eriso de mar que llego flotando hasta mis pies. Luego se abrió dejando ver una especie de animalito con una trompita como de elefante que al momento de tocarla cambiaba de color, cuando quería irse solo se cerraba como una concha y empezaba a flotar, parecía que vivían en la copa de los árboles, pues habia muchas de estas "pelusas" caminando en los árboles, lo que le daba a estos una apariencia navideña. Fue chistoso pues cuando despegaban o emprendian el "vuelo", muchas hojas en los árboles se acomodaban como queriendo que aterrizasen sobre ellas. Después, recorrí unos cuantos metros y llegué hasta donde se hallaba la mujer y los tres seres de aspecto extraño que ya describí a principios de mi relato.
El tiempo parecía no transcurrir, nadie llevaba prisa por acabar con lo que hacían. En la estructura de cristal a la que entré parecía ser una especie de escuela, pues todos se reunían enrededor a estos seres de aspecto extraño y altura formidables.
Quedó impresa en mi cerebro aquella experiencia y no le he podido olvidar. No lo comprendí en aquella epoca.
Yo no profeso ninguna religión pero voy con aquello que se apega más a mi creencia, tomo de la vida lo que puede mejorar mi calida de vida.
Hay cosas que no se pueden explicar, ni siquiera con el lenguaje humano.
http://www.nderf.org/Spanish/nderf_ndes_spanish.htm
http://www.librodeurantia.org/foro/index.php?showtopic=2274
https://es.m.wikipedia.org/wiki/Libro_de_Urantia
http://www.forum-religions.com/t11103p660-la-petite-nde-emi-du-jour
LA MANO DE NADIE.
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