caminos
trazos de intangible cadencia
LA MANO DE NADIE.
impregnan
de melancolía
en la recién asomada ventana
de tus encantos.
Tú
mi cinerama viril
veo pasar
toda tu existencia
en los gestos
lo que me das.
Si bien es cierto
las palabras en colores
me entregas
en sutilezas y vacíos
en silencios que adivino
dentro de tus espacios
con cierta vida casual.
Te regalo mi tiempo
que vale una vereda más
hasta alcanzar la meta
esa
que secretamente anhelas
ensimismado en nuestra aproximación.
Nos prodigamos intensidad
latente
en extraño vigor.
La mansedumbre de la estancia
nos lleva a consumar
con tal fruición la efigie
que nuestro horizonte
nos ofrece
traspasando las serranías.
Ven
sigamos en la predilección añorada
de esta adherencia solidaria.
Con gran amor a mi J.K.
LA MANO DE NADIE.
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