lunes, 15 de junio de 2015

FELIZ DÍA PAPITO MÍO Y ADORADO.


Con pasos ya cansados, que fue gastando el tiempo, lo vi pasar en frente falto de juventud, perdido en la mirada, hundido en sentimiento y así poquito a poco, fallece su inquietud, se fueron cansando sus pasos, con el polvo del camino, siempre corrí a sus brazos y decirle bienvenido, al sol ganaste muchas veces, cuando este te venció, buscaste sombra, mi ídolo ese título mereces y todos los títulos que aun no se nombran, que grande es la palabra padre, pero a ti te quedo corta, solo es comparado con la de Madre, hoy por ser tu día papito adorado te bendigo, tu eres el arquitecto de mi alegría, tú me sigues cuidando desde el lugar más hermoso y bendito.

lunes, 8 de junio de 2015

APRENDIZAJE DE LA RAZA HUMANA.




El estado de paz y armonía se consigue sólo cuando tenemos la certeza absoluta de que estamos cumpliendo con lo establecido

La misión refleja hacia dónde vamos, qué es lo que venimos a cumplir. ¿Por qué vinimos a esta vida? ¿Qué vinimos a aprender? Es la ruta a seguir para concretar la realización espiritual y material. La misión marca el recorrido hacia la felicidad ya que, al sintonizarnos con nuestro propósito superior, con lo que vinimos a aprender, automáticamente comienzan a abrirse todos los caminos: el camino del amor, el camino de la prosperidad, el camino del éxito en todas sus manifestaciones.


En estos casos, nos resulta mucho más fácil expresar satisfacción con la vida y hay una especie de reconciliación con todo lo que nos ha tocado vivir antes de encontrar este sendero de perfección que es el cumplimiento de la misión.


Por eso creo que las personas están encaminadas a adquirir toda clase de conocimiento:


A nivel espiritual, le corresponde aprender a tomar iniciativas, a ser “humilde y manso de corazón”; debe mejorar su creatividad, creer en sus proyectos y expresar cosas nuevas. Tiene que dejar de conformase con las cosas que ya están hechas, debe aprender a prescindir del facilismo para comenzar a crear y desarrollar la originalidad. También, debe animarse a pasar de la inactividad a la acción constructiva, a crear nuevos puntos de partida y aprender a ser honrado.


Viene a reconocer que debe pensar en los demás ya que no sólo sus intereses mueven el mundo. Tiene que aprender a respetar las ideas de los demás y convivir en un ambiente sereno intentando limar asperezas y colaborar con los demás; a desarrollar la solidaridad; a expresar emociones, a compartir sentimientos, a abrirse al mundo de los otros e intentar incluirse. Su misión es aprender a asociarse sin depender de alguien, a ser consecuente en lo que emprende dejándose guiar por su Maestro Interior, a distinguir lo mejor y las cosas buenas para sí mismo y para su vida, lo positivo e importante de cada persona, de cada situación o relación para poder, así, alcanzar su Bien Superior.


Tiene como misión aprender a ver las cosas más positivamente, a darle un valor añadido a todo. Vienen a desarrollar la confianza en sí mismos, la creatividad, la capacidad artística, a ser optimistas, felices, a expresar la alegría, a tomar la vida como un juego, con entusiasmo, pasión, júbilo, a relajarse, a dejar la rigidez a un lado y a ser flexibles. Su aprendizaje primordial es a ser positivo, a tener el estado mental despejado, a ser abierto y receptivo a las cosas nuevas y maravillosas que la vida ofrece a cada ser. Debe aprender a relacionarse con personas diferentes a las del entorno inmediato ampliando el círculo social, a encontrar el placer de las pequeñas cosas, a disfrutar la naturaleza.


El lema fundamental es “El que vive para servir, sirve para vivir” viene a desarrollar la inteligencia, a encontrar la sabiduría, el sentido de la responsabilidad, a prestar servicio desinteresado a la humanidad, a realizar un trabajo constructivo, con los pies bien afirmados en la tierra que manifieste excelencia y honestidad.


Viene a aprender a tener disciplina. La organización es primordial para poder llevar bien este aprendizaje: deben ser constantes en todos los aspectos de su vida, aprender a desarrollar la flexibilidad, la movilidad interna, la versatilidad, a superar los miedos a los cambios, a aprender a utilizar con sabiduría su libertad.


Su misión radica en encontrar a Dios dentro de sí mismos, en cada persona y en cada situación, debe crecer interior y espiritualmente: vienen a desarrollar la fe, a realizar un sendero espiritual y a compartirlo, a seguir su intuición, su sexto sentido que suele ser muy agudo, a dejarse fluir con el ritmo natural de la vida y los acontecimientos sacando un hermoso aprendizaje de cada situación vivida sin prisas. Están en este mundo para ser conscientes de la realidad sutil de los pequeños y dulces detalles, vienen a integrar lo humano con lo divino, a “tener los pies en el suelo y los ojos en el cielo”, a lograr la unidad interna superando la falsa sensación de separación con el Creador, a aprender a estar satisfechos con lo que son y con lo que han hecho. Les corresponde aprender a ser responsables, hogareños, amorosos, a nutrirse interiormente, a ayudar a los demás sin esperar una retribución por hacerlo, a decir y a defender la verdad sin temor a las consecuencias.


Vienen a este mundo a ser escuchados, a convertirse en líderes, en oradores, en dirigentes de la actividad profesional que decidan realizar, a dirigir grupos, a exponer ideas. También a desarrollar la compasión y la misericordia, a ser independientes y creer en sí mismos, a disfrutar y aprender de la soledad, a reconocer constantemente cuales son las prioridades en la vida, y saber qué camino tomar, a profundizar en conocimientos espirituales a través de estudios esotéricos y de diferentes tipos de meditación que los conecten con su poder interior, a desarrollar toda actividad que lleve paz.


Vienen a desarrollar el orden y la constancia, a aprender a creer en sí mismos y en el manejo de su energía, a superar los miedos, a ser tolerantes, a tener flexibilidad en los criterios y creencias, a desarrollar la confianza y la inocencia curando viejas heridas, a encontrar dentro en sí la pureza, aprender a ser como niños “mansos y puros de corazón”. Ser sanadores en la propia vida y luego, hacerlo extensivo a los demás. Ser excelentes para planificar, concretar y realizar el éxito financiero equilibrando lo material con lo espiritual, encontrando a Dios en la energía del dinero sin convertir el dinero en un falso ídolo.


Viene a realizarse en todas las áreas de la vida, con un crecimiento general. Están aquí para concretar cosas, aprender a terminar todo aquello que comiencen o han comenzado en otras etapas, a lograr el éxito en todo lo que emprendan, a hacer las cosas bien hechas, a ser profundos, consistentes, coherentes y, sobre todo muy constantes. También están aquí para desarrollar amor y tolerancia hacia el prójimo, ser compasivos y situarse en el lugar del otro; vienen a desarrollar el altruismo, a soltar el juicio sobre personas, a dejar correr las cosas que no son importantes, a ver los aspectos más sutiles, más profundos, asumiendo su propio aprendizaje, a tener agilidad en los procesos de aprendizaje, a no demorarse tanto en analizar e integrar a su vida los nuevos conceptos, a realizar ideales nobles.


Eso y mucho más, la raza humana avanza en el aprendizaje permanente.


Marcia Flandes

Escritora.

Por la ignorancia se desciende a la servidumbre, por la educación se asciende a la libertad.
Diego Luís Córdoba (1907-1964) Abogado y político colombiano.

Nunca consideres el estudio como una obligación, sino como una oportunidad para penetrar en el bello y maravilloso mundo del saber.
Albert Einstein (1879-1955) Científico alemán nacionalizado estadounidense.



domingo, 7 de junio de 2015

LAGUNA LO GALINDO

Barrio Norte.
Concepción.

Hadas transparentes de laguna Lo Galindo.

1962 barrio norte, Concepción.
Después de las últimas gotas de lluvia de agosto, crecían a ras del suelo matas de hojas verdes brillantes y redondeadas, con sabor ácido amable, muy suave al paladar. A los 5 años podía apreciar con mayor nitidez los detalles de la tierra, en los rincones de las cercas de madera. Salíamos a caminar por las inmediaciones, en las mañanas en busca de leche "al pie de la vaca". Una señora nos vendía en algunas ocasiones cuando terminaba de alimentar a su ternerito. Pasábamos bordeando la laguna Lo Galindo en compañía de la perra "mona", ella nos potegía con su bravura, sus gruñidos y ladridos. Fue la primera en descubrir la danza de las hadas flotantes sobre las aguas, envueltas en velos de bruma y niebla matinal. Del asombro al deleite nos divertíamos correteando entre la hierba verdosa y la orilla plateada en movimiento, el viento colaboraba con nuestros juegos de alas.

1967, mayo atardeciendo solíamos rodar entre las hojas secas amarillas, reblandecidas por la humedad que flotaba entre las ramas semidesnudas, las pestañas sostenían pequeñas perlas de una incipiente llovizna. A los 10 años percibía con agudeza los aromas de la corteza de los árboles, del musgo que orillaba Lo Galindo. Al retirarse el último rayo de sol, acudían los serafines rodeados por sus hadas, formándose en ese instante, justo después del vago recuerdo luminoso. Entonces, comenzaban a flotar, a deslizarse rozando el centro de las aguas lisas como espejo.

El encuentro con emociones poderosas, forjaron en aquél lugar mágico, siluetas humanas, custodios, de halos respirando cada año. Sombríos descansan sobre las ondinas. 

Ciertos visitantes, suelen ver y entrar a una dimensión, extrañamente frecuentada por figuras transparentes, cristalinas, alegres y juguetonas. Un vapor delicado los transporta en su interior.

Marcia Flandes.