viernes, 22 de octubre de 2010

CUENTO: EL ABUSO


EL ABUSO

-Yo le dije, pero no me quiso hacer caso,
pobre criaturita. No sacamos nada con
lamentar después. El problema es cómo
lo va a enfrentar ahora. Si por lo menos
tuviera el apoyo de alguien en su familia.

Los días se fueron trepando en una
enredadera del tiempo, hasta que.....

-¿Pero qué hace a esta hora en la calle?
su ropa sucia y pidiendo limosna,
ella que lo tenía todo en su casa.
Se ven caras pero no corazones.
Si me bajo del auto para hablar
con ella me puede ver alguien
conocido; qué se le va a hacer.


LA MANO DE NADIE.



CUENTO: LA CAJA.


LA CAJA.

Pesa mucho esta caja, ese grupo
noctámbulo le echó el ojo, creen
que traigo algo valioso para ellos,
se llevarían el sustito si la abren.
Parece que les interesó a los jetones,
chuuuuuuuu, me carga pelear o correr.
No me queda más remedio que abrirla
y así van a salir arrancando jajajajajaja.
Báh! ¿qué pasó? ahora van detrás de
alguien, mmmm pobre mina, se la van
a echar, quién la manda andar con tanta
joya, como vitrina, a esta hora lejos
del metro.
¡Ufffffffff se las trae, es seca............!
La sangre brilla al sol.



LA MANO DE NADIE.


CUENTO: SIMULTÁNEAMENTE


SIMULTÁNEAMENTE

A cada rato miraba, como asustada
y curiosa; se arrastraba lentamente
por la alcantarilla buscando el olorcito
a fetuccini que antes habían saboreado
esos labios carnosos y trogloditas
del lujoso local iluminado, demasiada
luz para ella que buscaba la oscuridad
protectora. Más arriba del edificio
pesaroso, otros labios humedecían
su delgada figura con un transparente
licor azucarado, asomado al balcón
para disfrutar las estrellas pálidas y
casi desmayadas su cuerpo se fue
deslizando lentamente hasta el vacío,
mirando con asombro vertiginoso las
ventanas intermitentes a su paso hasta
quedar tumbado frente a la otra mirada
atónita huidiza de rata...




LA MANO DE NADIE.


CUENTO: PISADAS..................


PISADAS..................


En la calle sombras ondulantes,
persistentes cubiertas de vaho
aparecen y desaparecen al compás
de las bocinas. Se arrastran algunas
sonrisas derretidas en las aceras
casi amnésicas. Algunas voces
inconexas se tropiezan con algunos
gestos veloces casi pájaros,
casi llovizna entre faroles tímidos
se preguntan: ¿dónde está la palabra
que debería usar en la mañana...?
A ella le gusta oírla todo el tiempo
y si no la digo me dejará solo,
al otro lado de su vida y saldrá
con esos amigos desesperados
que le roban su tiempo, ese tiempo
mío, el único de cordura que necesito
para respirar...


LA MANO DE NADIE.


miércoles, 13 de octubre de 2010

FELIZ CUMPLEAÑOS MADRE


SEGURAMENTE MI MADRE ESTÁ
EN EL CIELO, ALGÚN LUGAR
HERMOSO CELEBRANDO SU
CUMPLEAÑOS. EN UN DÍA COMO
HOY 13 DE OCTUBRE,
LLEGÓ A ESTE MUNDO
A DEJAR SU TREMENDO LEGADO
DE ENTREGA ABSOLUTA,
DE AMOR A SU FAMILIA, EJEMPLO
PARA UNA HUMANIDAD EGOÍSTA.
FELIZ CUMPLEAÑOS MADRE ADORADA.
DOLORES LUZ.
DE ESTA TIERRA DENSA LE ENVÍO
TODO MI AMOR DE HIJA AGRADECIDA.
SÉ QUE FUE DIFÍCIL TRAERME
A ESTA EXISTENCIA.

MARCIA FLANDES.

lunes, 4 de octubre de 2010

CINTIO VITIER, POETA CUBANO.





Poeta, ensayista, narrador y crítico cubano
nacido en Cayo Hueso, Florida, en 1921.
Doctorado en Leyes, ha ocupado importantes
cátedras en la Escuela Normal para
Maestros de La Habana
y en la Universidad Central de Las Villas.
Es Doctor Honoris Causa de la
Universidad de La Habana,
de la Universidad Central de Las Villas
y de la Universidad Soka de Japón.
Su poesía descrita por él mismo como
"el testimonio de un silencio que ha
querido expresarse",
constituye
un valioso aporte a las letras hispanas.
«La voz arrasadora», «Examen del maniqueo»
«Compromiso»
y «Torre de marfil, son algunas de sus
mejores piezas poéticas.
Obtuvo numerosas distinciones entre las
que sobresalen: el Premio Nacional
de Literatura en 1988,
el Premio
Juan Rulfo en el año 2002,
el título de Oficial de Artes y Letras
de Francia y la medalla de la
Academia de Ciencias de Cuba
.
Falleció el 1° de octubre de 2009.


La obra...

Mientras más guardo en mis despensas,
soy más menesteroso,
siempre ante el mismo muro,
de nada me han servido
las lámparas que encendí.
Es de noche. Estoy solo.
Las estancias aun tibias
del festejo desiertas,
ni un gesto, ni una sílaba,
ni un aroma, podrían ayudarme.
Tengo que hacerlo todo otra vez,
de la raíz
para encontrar al cabo
que no poseo nada,
que el pabellón oscuro
se inclina a la intemperie.