Los peligros del fumador pasivo
Ser un fumador pasivo significa estar aspirando el humo de tabaco ambiental generado por otras personas. El humo secundario es una mezcla del humo residual que proviene del tabaco en combustión y del humo exhalado por el fumador. Se compone de unas 4.000 sustancias químicas, de las cuales una gran cantidad causa enfermedades respiratorias y unas 40 son posibles cancerígenos. La Agencia de Protección Medioambiental de los EE.UU. ha clasificado el humo secundario como sustancia cancerígena del tipo A, junto con el arsénico, el amianto, el benceno, etc.El humo secundario no está filtrado, por lo que los niveles de sustancias cancerígenas que contiene son más altas que las del humo inhalado directamente por un fumador activo. Fumar un cigarrillo produce humo por dos vías: el extremo, que es la principal, y el cuerpo, que libera los vapores calientes del cigarrillo y su filtro. Entre el 70 y el 80% del humo secundario proviene del extremo del cigarrillo y contiene los niveles más altos de nicotina, monóxido de carbono, alquitrán y otras sustancias cancerígenas. Por lo tanto, la exposición constante al humo secundario es aparentemente más dañina que el fumar un cigarrillo directamente por el mismo período de tiempo.Efectos de la exposición al humo secundario Efectos inmediatosLos efectos inmediatos del humo secundario son: irritación de los ojos, tos, dolor de garganta, dolor de cabeza, náuseas y mareos.Efectos a largo plazoCáncer de pulmón: La mayor causa de cáncer de pulmón entre los no fumadores es la exposición al humo secundario. Uno de los últimos estudios realizados sobre el tema revela que, de los individuos sometidos a examen para dicho estudio, los que estaban habitualmente sometidos al humo secundario eran tres veces más propensos a contraer cáncer de pulmón que el resto. Problemas cardiovasculares: El humo secundario produce daños cardíacos a corto y largo plazo, disminuyendo la capacidad funcional del corazón y afectando la función sanguínea de transportar oxígeno. Algunos de los productos químicos contenidos en el humo secundario pueden bloquear o endurecerr las arterias, causando problemas como arteriosclerosis, hipertensión y finalmente ataque cardíaco. En un estudio médico sobre este tópico, se descubrió que el humo secundario aumenta el riesgo de ataque cardíaco por lo menos al doble. Apoplejía: Los no fumadores expuestos al humo secundario corren un riesgo de ataques de apoplejía 80% mayor que las personas no expuestas a esta situación.Asma: Una de las investigaciones reveló que los no fumadores que tienen contacto con humo secundario en el lugar de trabajo mostraron el doble de propensión al asma que aquellos individuos no expuestos al humo del tabaco. Las personas que dijeron estar en contacto con humo secundario en sus hogares mostraron un riesgo de asma cinco veces mayor que las no expuestas. En individuos que ya sufrían de asma, la exposición al humo secundario perjudica significativamente su funcionamiento pulmonar.Cáncer de mama: Algunos de los estudios más recientes demuestran que el humo secundario aumenta también el riesgo del cáncer de pecho en las mujeres.
LA MANO DE NADIE.
lunes, 7 de diciembre de 2009
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