lunes, 23 de mayo de 2011

Senado vendió a Monsanto la semilla campesina e indígena





Senado vendió a Monsanto
la semilla campesina e indígena



¡¡ Alerta Chile ¡! 100 veces más grave

que Hidroaysén, al parecer, utilizado

como cortina distractiva.

Noticia en curso imprescindible de leer, investigar

y difundir, y de confirmar sus consecuencias,

constituiría un gravísimo atentado a la soberanía

alimentaria de Chile.

15 mayo, 2011 a las 8:37 Adiós a las

semillas chilenas

Senado vendió a Monsanto

la semilla campesina e indígena

Entre cuatro paredes, sin

consultar con la ciudadanía,

El Senado aprobó vender todas

las semillas chilenas

(propiedad intelectual)

a la empresa norteamericana

Monsanto, la transnacional

más siniestra del planeta.

La noticia pasó totalmente

inadvertida en medio de las

movilizaciones contra

Hidroaysén, el paro estudiantil

y caso Kodama. Ni la televisión

ni las radios ni menos la

prensa escrita informaron

sobre esta decisión que dejó

a muchos estupefactos pues

significa un gravísimo

problema alimentario para

Chile.

En palabras simples, con

el “acuerdo” de los senadores,

Monsanto, conocida en todo el

mundo por su elaboración y

comercialización de semillas

transgénicas, será la dueña

de nuestros vegetales,

hortalizas y frutas, en corto

plazo. Esto, porque la empresa

poseerá las patentes de todos

los tipos de semilla que existan

en el país, por lo tanto, como

dueña de la marca

“tomate chileno” (por Ej.)

podrá cobrar derechos a

todos quienes lo cultiven

pues usaron sus semillas para hacerlo.

El asunto es grave y muy,

muy grave. No se entiende

cómo un grupo de senadores

que supuestamente trabajan

para el país, entregan a la

venta algo tan sensible

como las semillas: el inicio

de toda la cadena alimenticia,

de todo el ciclo, algo ancestral,

que está en la tierra, y

donde al menos culturalmente,

reside gran parte de la escasa

identidad que tenemos los

chilenos como pueblo.

Cuando Chile aprobó el TLC

con Estados Unidos, el poeta

y abogado Armando Uribe

señaló tajante en una entrevista

que con ese acuerdo “nuestro

país desaparece como tal y

pasa a ser una colonia

norteamericana”. Lo acusaron

de alarmista, de loco, pero

jurídicamente, Uribe tenía toda

la razón. Una de las cláusulas

más importantes del TLC es

que Chile no puede cambiar

las “reglas del juego”,

entiéndase, el capitalismo

desregulado o

neoliberalismo salvaje.

En este caso de las semillas,

también, justamente, los

defensores del proyecto

aludieron a los TLC suscritos

por Chile con Estados Unidos,

Japón y la Unión Europea,

argumentando que estábamos

obligados a firmar el convenio.

.

Así que ya lo sabe, si tiene

semillas de algo, guárdelas

como recuerdo, porque ahora

Monsanto es el dueño, y quien

quiera cultivar tendrá que

comprárselas año a año,

sin posibilidad que el campesino

las guarde para volverlas a

sembrar pues constituirá robo,

toda vez que la “Empresa”

es el propietario legal del

total de la cosecha y no admite

que retengas una parte,

por más que alegues que

crecieron en tu campo, con

tus cuidados, o que forman

parte de un legado de la

naturaleza. Ya no...ahora

tienen propietario legal.

Las consecuencias de

esto para el campesinado

de India, México, el propio

EEUU, etc., y para los

consumidores del mundo,

han sido catastróficas pues

Monsanto controla toda la

cadena producción-comercialización,

desde la semilla hasta la cosecha,

fijando los precios a su arbitrio

tanto en la compra como en la

venta y, estableciendo condiciones

leoninas para ello, tales como,

la compra y uso obligado de los

pesticidas de su fabricación.

Lo que los senadores acaban

de aprobar es el Convenio

Internacional para la

Protección de las

Obtenciones Vegetales,

UPOV 91 , nombre de fantasía

de Monsanto y otras

depredo-empresas para ocultar

su identidad e intenciones.

El precio de los alimentos,

según FAO, se encuentra

actualmente en los niveles

más altos de la historia

gracias a estas prácticas

En Chile, el exitoso lobby

empresarial para que

nuestro país adhiriese a

UPOV 91, fue encabezado

por Monsanto a través de

ChileBio con el apoyo de

ANPROS y del Diario Financiero,

virtual vocero de esta depredación.

El gobierno y senado chileno

finalmente se rindieron a la

presión adicional del Presidente

Obama, cercano a Monsanto,

quien traía en su agenda de

visita a Chile, el tema del

respeto a la propiedad

intelectual y que se refería

precisamente, a esto que

acaba de materializarse.




LA MANO DE NADIE.

1 comentario:

  1. poR LA CONXASUMADRE HERMANA WN...NO PUEDO CREERLO WN...KEDÉ PA' LA KAGÁ...

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