A LOS QUE YA NO ESTÁN
Se me encoge la memoria
de tanto recordar
mis ramas temblorosas
nacientes de este sur.
Temuco, Loncoche, Pitrufquén
mis queridos parientes
ya reposan lejos
de esta cuna verde y húmeda.
Hoy en la tristeza se pasean
y respiran este sol
cubierto de nostalgia
con olor a leña quemada
por la mano que ahuyentó
las sombras.
Se me agota el pensamiento
de no poder alcanzar
ni siquiera los despojos
de sus voces
ellos,
todos ellos
con el silencio de espinas
me azotan la mirada.
Rostros,
veo rostros
empapados de aire
que recorren esta larga carretera austral.
LA MANO DE NADIE.
Se me encoge la memoria
de tanto recordar
mis ramas temblorosas
nacientes de este sur.
Temuco, Loncoche, Pitrufquén
mis queridos parientes
ya reposan lejos
de esta cuna verde y húmeda.
Hoy en la tristeza se pasean
y respiran este sol
cubierto de nostalgia
con olor a leña quemada
por la mano que ahuyentó
las sombras.
Se me agota el pensamiento
de no poder alcanzar
ni siquiera los despojos
de sus voces
ellos,
todos ellos
con el silencio de espinas
me azotan la mirada.
Rostros,
veo rostros
empapados de aire
que recorren esta larga carretera austral.
LA MANO DE NADIE.
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