se despierta
y un antiguo deseo atraviesa la sangre;
cuando los labios y la piel recuerdan,
cuando las manos sienten
que aún te tocan.
VUELVE.
Ítaca (K. Cavafis)
Cuando salgas a hacer el viaje hacia Ítaca,
haz que el camino sea muy largo,
lleno de aventuras,
lleno de descubrimientos.
Ningún peligro en tu camino encontrarás,
si conservas noble el pensamiento,
si excelso es el afecto que inunda tu cuerpo y tu espíritu;
ningún peligro vendrá a tu encuentro,
si tu no lo llevas dentro de tu corazón,
si tu corazón no hacen que surjan.
Haz votos para que el camino sea muy largo.
Que sean muchas, las albas de verano que,
con qué ilusión,
con qué alegría,
a unos puertos
llegarás que nunca has visto.
Ten Ítaca siempre en el pensamiento.
Tu último destino es llegar allí.
No aceleres nada,
sin embargo la travesía.
Es preferible que dure muchos años,
y que fondees,
viejo, en la isla, rico
con lo que habrás ganado en el camino,
sin esperar ningún bien que Ítaca te dé.
Ítaca te ha dado el bello viaje.
Sin ella,
no lo habrías emprendido.
Nada más hay que te pueda ya dar.
Y no te habrá estafado nada, si te parece pobre.
Sabio como te has vuelto,
con tanto mundo,
ya habrás comprendido qué querían decir las Ítacas.
ESTA DEDICADO PARA LAS PERSONAS ENAMORADAS
LA MANO DE NADIE
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