lunes, 5 de octubre de 2009

TAROT DE MARSELLA.

Origen del tarot

La investigación de Michael Dummett, estudioso del tarot, lo llevó a concluir que éste fue inventado en el norte de Italia en el siglo XV. Se cree que posteriormente se introdujo en el sur de Francia tras la conquista de Milán por las tropas francesas en 1499. Los antecedentes del Tarot de Marsella probablemente llegaron a esa ciudad francesa en aquella época. El juego del Tarot desapareció en Italia pero pervivió en Francia y Suiza. Cuando el juego fue reintroducido en Italia, ya contaban con los diseños hechos en Marsella.
El nombre de Tarot de Marseille, sin embargo, no es muy antiguo. Fue acuñado en los años 30 por el cartomante francés Paul Marteau, que dio este nombre colectivo a una serie de diseños realizados en Marsella, ciudad que era centro de manufactura de naipes. El Tarot de Marsella, como se conoce en la actualidad, proviene de dibujos luego producidas industrialmente en color por xilografía (estampación a partir de varios moldes de madera), realizados en 1751 y definitivamente fijados en el siglo XIX, que fueron reproduciéndose continuamente hasta nuestra época. Los dibujos son de carácter medieval y están inspirados en las vidrieras góticas, bien por la línea de traza similar, bien por los colores.
En 1998, en 1.760 el escritor y cineasta chileno Alejandro Jodorowsky y el maestro en cartas Philippe Camoin de la antigua Casa Camoin de Marsella, han reconstruido el Tarot de Marsella con antiguas bajaras y los moldes originales detalles olvidados y colores esotericas. Philippe Camoin ha revelado también la existencia de "Leyes" en el Tarot y de los Codigos Secretos del Tarot.[1]
En 2002, por primera vez en el mundo, Philippe Camoin ha expuesto su teoría que el Tarot de Marsella seria el Evangelio secreto de Santa Maria Magdalena.
En 2003, aparece la última versión del Tarot de Marsella, editada por Ediciones Palmyra y LEMAT Comunicaciones a través del equipo de investigación LEMAT encabezado por Daniel Rodés y Encarna Sánchez que permiten recuperar numerosos símbolos antiguos desaparecidos de la baraja de Tarot. Además se incluye en sus imágenes el fondo dorado imitando el sistema conocido como pan de oro usado en la Antigüedad.[2] partiendo de imágenes de origen medieval. En el año 1.466 los maestros carteros de Toulouse recibieron autorización para crear una corporación de fabricantes de cartas.
[editar] Estructura
Como otras barajas de Tarot, el Tarot de Marsella se divide en dos grupos principales:
Arcanos Menores: La baraja consta de 56 cartas de cuatro palos: Bâtons (bastos), Épées (espadas), Coupes (copas) y Deniers (oros), al igual que la baraja española, y van del As (1) al 10. Además de éstas, existen cuatro figuras alegóricas para cada palo: Valet (sota), Chevalier or Cavalier (caballo), Reine (reina) y Roi (rey).
Arcanos Mayores: Son un total de 22 naipes numerados. En ocasiones, la carta "El Loco" no está numerada, considerándose o la carta número "0" o la "22".
I. Le Bateleur (El Mago)
II. La Papesse (La Papisa o La Sacerdotisa)
III. L'Impératrice (La Emperatriz)
IV. L'Empereur (El Emperador)
V. Le Pape (El Papa o El Sumo Sacerdote)
VI. L'Amoureux (El Enamorado)
VII. Le Chariot (El Carro)
VIII. La Justice (La Justicia)
IX. L'Hermite (El Ermitaño)
X. La Roue de Fortune (La Rueda de la Fortuna)
XI. La Force (La Fuerza)
XII. Le Pendu (El Colgado)
XIII. (Normalmente no tiene nombre, se le suele llamar L'Arcane sans nom (El Arcano sin nombre) o La Mort (La Muerte))
XIV. Tempérance (La Templanza)
XV. Le Diable (El Diablo)
XVI. La Maison Dieu (La Torre o la Casa de Dios)
XVII. L'Étoile (La Estrella)
XVIII. La Lune (La Luna)
XIX. Le Soleil (El Sol)
XX. Le Jugement (El Juicio)
XXI. Le Monde (El Mundo)
Sin número. Le Mat (El Loco)


Tarot de Marsella.

Fautriers, un ilustrador marsellés de mediados del XVIII, diseñó lo que se podría considerar como la última edición del Tarot, modificada sólo en pequeños detalles -sospechosos de fantásticos en buena medida- por Stanislas de Guaita y Oswald Wirth. Pero es indudable que no es Fautrier el creador de esta vasta simbología, sino una suerte de codificador de lo que cuatrocientos años de artesanía colectiva pusieron entre sus manos.

Casi dos siglos antes del trabajo del marsellés, Garzoni conoció un Tarot poco menos que idéntico (las series eran denominadas monetae, xyphi, gladii y caducei, y al valet o sota se lo describía como El Viajero); al tarocchino, de Francesco Fibbia, sólo le faltan 16 cartas de menor importancia (del dos al cinco de cada palo) para gozar de parecida similitud, y el llamado «tarot de Besançon» presenta apenas una diferencia de tipo mitológico: el reemplazo de los arcanos II y V (La Sacerdotisa y El Pontífice), por las figuras de Juno y Júpiter.

Existen variantes más significativas, como el Minchiate florentino, que a mediados del siglo XV ofrecía una colección de 95 naipes, de los cuales cuarenta eran arcanos; o el juego denominado Trappola, al que no puede considerarse propiamente un Tarot ya que, al margen de faltas menores (no tiene reinas, ni los números del tres al seis), carece de arcanos.

El más famoso de los competidores del Tarot es, sin duda, el atribuido a Mantegna llamado también Cartas de Baldini. Son cincuenta arcanos, divididos en cinco series de diez naipes cada una, y su tendencia enciclopédica lo relaciona más con el carácter pedagógico del naipe chino (Mil veces diez mil), que con la evolución de la baraja occidental. Así, la primera de las decenas marca la jerarquía de las clases sociales (mendigo, sirviente, artesano, comerciante, gentilhombre, caballero, duque, rey, emperador y Papa); la segunda representa a las nueve musas, complementadas por Apolo; la tercera alude a las ciencias, y la cuarta a las virtudes. La quinta serie, finalmente, incluye los siete planetas, la octava Esfera, el Primer Móvil, y la Primera Causa. Wirth -que conoció dos ejemplares de las Baldini, de 1470 y 1485- asevera que su autor, neófito en materias esotéricas, intentó ampliar y mejorar por su cuenta un modelo de Tarot que le parecía insuficiente e incomprensible, rellenando estas supuestas carencias con concesiones a la filosofía de la época.

El tarot es un medio de videncia con 78 cartas llamadas arcanos,que usadas por expertos videntes para la videncia se plasma la historia de la hombres en el pasado, tiene muchos sígnificados y muchas formas de estudiarse.

Fautriers, fue sin duda el padre del actual Tarot, un marsellés de mediados del XVIII, diseñó lo que se podría considerar como la última edición del Tarot, modificada sólo en pequeños detalles.

Fue creado después de que en Alejandría fuera quemada la biblioteca donde estaba todo el conocimiento de la historia de la humanidad, se juntaron los sabios del mundo y acordaron conjuntar ese conocimiento perdido y ponerlo en tablillas que no fueran fácilmente interpretadas ni descifradas, y así proteger su gran valor.

Y así el Tarot fue dividido en dos partes: La parte sagrada o espiritual que son los Arcanos Mayores que son 22 y la otra parte profana que es la más comúnmente conocida como Baraja Española, pero fue hasta el siglo 17 que en Europa se hicieron estudios muy profundos y se unificaron las dos partes y así se da a conocer el mazo de 78 cartas tal como hoy en día se le conoce.


EXISTEN EVIDENCIAS
DE LA VERACIDAD
DE ESTA CIENCIA OCULTA.

LA MANO DE NADIE.

No hay comentarios:

Publicar un comentario